En teoría, la insulina podría inyectarse en una vena o un músculo, igual que otros fármacos, como los antibióticos. Pero en la práctica, inyectarla varias veces al día en una vena sería difícil, y las inyecciones intramusculares son dolorosas. Ambos métodos se usan a veces en circunstancias especiales, por ejemplo, en caso de enfermedad o cuando el paciente no puede comer con regularidad debido a una intervención quirúrgica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario