El objetivo de cualquier tratamiento para la diabetes es mantener unos niveles de glucosa en la sangre (glucemia) aceptables. Cuanto más se aproximen a los valores normales, mejor se sentirá, en especial a largo plazo.
Hay dos formas de comprobar la gluce mia: análisis de sangre y de orina. El médico o el enfermero le indicará cuál debe usar y con qué frecuencia.
La reciente aparición de métodos de análisis de sangre con un simple pinchazo en el dedo ha transformado la vida de los pacientes que toman insulina. En su caso, comprobar los niveles de glucemia es muy útil porque permite ajustar las dosis se gún los resultados.
Cuando la diabetes se controla con hipoglucemiantes orales y/o dieta, el análisis de orina puede proporcionar casi tanta información como el de san gre, y resultar mucho más cómodo.
Además, los laboratorios clínicos realizan análisis para medir la concentración media de glucosa en la sangre durante un período de dos a ocho semanas. A continuación se comentan los tres métodos por separado.
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