Tener un hijo

Ser diabética no implica renunciar a la posibilidad de tener hijos. La diabetes no afecta a la fecundidad y no debería suponer un problema a la hora de conce bir, salvo en los pocos casos de mujeres que tienen complicaciones graves o con una diabetes mal con­trolada.
Si planea concebir en un futuro próximo, convie ne que se asegure de controlar lo mejor posible el nivel de glucemia. Son muy aconsejables también los complementos de ácido fólico. Solicite al equipo médico orientación específica para su caso. Una glu­cemia alta en la fase inicial del embarazo puede afec tar al desarrollo del bebé.
Es preciso controlar muy bien la glucemia duran te el embarazo. Si aumenta demasiado, puede afectar al bebé: éste puede crecer demasiado rápido, o bien puede acumularse demasiado líquido en las membra­nas que lo rodean.
Es probable que el médico la examine cada pocas semanas, y le pida que efectúe el control de glucemia con mayor frecuencia de la normal. En ocasiones es preciso doblar o incluso triplicar la dosis de insulina durante este período, pero volverá a la normalidad tras el parto. La insulina no perjudica al bebé, ya que al parecer no reduce el nivel de glucosa de su sangre, de modo que puede inyectarse sin riesgos en el abdomen. No se conoce que la hipoglucemia perjudi que al bebé en ningún sentido.
Es muy probable que tenga un parto normal, aun que a veces hay que practicar una cesárea. - Eso se debe a que algunos bebés cuya madre presentaba una glucemia elevada se desarrollan demasiado para permitir un parto vaginal normal. El tocólogo y el equipo de atención le comentarán las distintas op­ciones y, en caso de tener un parto vaginal, segura­mente le aplicarán un suero intravenoso con insulina y una solución de glucosa para controlar la diabetes durante el alumbramiento.
Los enormes avances de los últimos años en los cuidados prenatales de las mujeres diabéticas permi ten tener un embarazo saludable y un bebé normal y sano.

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