Portarse mal

Muchos niños descubren que mostrándose rebeldes frente a la comida logran sacar de quicio a sus pa dres, y los diabéticos no son la excepción. Pronto advertirán que si se niegan a comer a su hora o tie nen una crisis hipoglucémica, captan toda la aten ción. También pueden oponerse a los análisis de ori na o de sangre, o falsear los resultados.
Sin duda, esta actitud resulta incómoda y frus trante para los padres, y puede alterar mucho la vida familiar. Aun así, se trata de algo frecuente y no hay que sentirse culpable al pensar que no se podrá superar. El equipo de atención se habrá encontrado con este problema muchas veces y po drá ofrecer ayuda y consejo. A ve ces es útil que intervenga alguien de fuera (un amigo de la familia o un consejero especializado) que ayude al niño a comprender las consecuencias de este comportamiento. Cabe recordar que, en ocasiones, ésta es la forma en que el niño expre sa sus inquietudes respecto a la diabetes.

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