¿Me dolerán o dejarán marca?

Las personas que llevan años inyectándose afirman que no notan nada, aunque muchas experimentan un ligero dolor al principio. Intente relajarse y siga la técnica que le han enseñado. Hay quien aplica hielo a la piel durante unos segundos para insensibilizarla antes de la inyección.
Con la práctica verá que las inyecciones casi nunca duelen, pero si la cosa no mejora, conviene consultar al equipo médico para averiguar cuál es la causa del problema.
Las agujas son muy finas y no suelen dejar marca. A veces, quizá sangre un poco o incluso le salga un hematoma tras la inyección, pero no hay motivo de alarma. Sólo significa que ha pinchado uno de los ca­pilares que hay debajo de la piel, lo cual ocurre de vez en cuando. Las probabilidades de que la insulina entre directamente en la sangre son casi nulas.

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