La diabetes y el niño

La diabetes insulinodependiente suele aparecer entre los 11 y 13 años de edad. Es poco frecuente en niños menores de 5 años, aunque se han dado casos en bebés de pocos días de vida.
Es imposible evitar que los niños corran y quemen energías, lo cual representa una dificultad para mantener el equili brio entre la dieta y la administración de insulina. La respuesta habitual consiste en inyectar les dos o tres veces al día insulina de dos tipos de ac ción: corta e intermedia.
Es normal que los padres se preocupen por las po­sibles crisis hipoglucémicas de sus hijos y les cueste dejarlos a su aire. A medida que crezcan, y tanto unos como otros se acostumbren a la diabetes, les resultará más sencillo permitirles una mayor inde pendencia.
Los niños aprenden a inyectarse a cualquier edad, aunque conviene controlar las dosis. Los bolígrafos de insulina han contribuido en gran medida a solu cionar este problema, gracias a la comodidad y faci lidad de aplicar la dosis adecuada.

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